jueves, 22 de marzo de 2012

Babylon A.D.

Babylon A.D. pasó de ser uno de los proyectos más interesantes que se esperaban de Hollywood, a un bodrio perfectamente olvidable que pasó sin pena ni gloria. Reunia elementos suficientes para poder haber sido un peliculón, con una estética futurista cuidada, acción, inspirada en un libro (Babylon Babies)… ¿Qué pasó para que nadie se acuerde de ella?



Reuniendo los tópicos del cyberpunk, nos movemos a un futuro cercano, dominado por la miseria, guerra, países empobrecidos, corporaciones millonarias y el cambio climático. Toorop (Vin Diesel), un mercenario, debe transportar a Aurora, un joven de la que no sabemos nada, de Mongolia a Estados Unidos. Pronto la joven demuestra capacidades predictivas. La ambientación, la historia, la trama, la acción, todo parece decir que irá por buen camino… pero rápidamente vemos que no. Aburre. Mucho. Y son solo 90 minutos de película. Ni las escenas de acción son espectaculares (están de hecho bastante mal rodadas, imitando el estilo de Michael Bay, solo que peor), ni las secuencias de éxodo masivo son dramáticas (la escena del submarino es más espectacular que dramática… y no tiene acción alguna), ni la trama es clara. Cuando llega el final de la película, no sabes por qué ha pasado lo que ha pasado. Porque si tenían que curar a la niña, luego resulta que no, que si la niña es la portadora de un virús, pero luego salva a la humanidad, pero que… vamos, que no te enteras. Ni los actores, por lo que se ve. La ambientación, el punto fuerte de la película, queda en segundo plano, pasando desapercibida la mayor parte de las veces. Los personajes son planos, algo que la capacidad interpretativa de Vin Diesel poniendo poses de tío duro no ayuda a solucionar. Durante toda la historia pretende ir de mercenario frio, impasible, que no se involucra, para al final, sin mayor explicación, se vuelca con Aurora como si fuera el amor de su vida. Las referencias casi bíblicas, como pretender presentar a Aurora como una moderna Virgen Maria, termina siendo un despropósito que, como no estés muy atento y te vayas durmiendo mientras ves la película (caso bastante probable), te dejará hecho un lio. Además, si Vin Diesel es un tío frio y calculador, y la niña es la moderna Virgen Maria, ¿qué pinta esa escena de tensión sexual no resuelta? La acción no llena el vacío guionístico, dedicándose a contar una historia mal hilvanada por un lado mientras por otro pegan tiros y la monja eremita pega patadas voladoras como si nada.

Tensión sexual no resuelta en la que Vin Diesel nos deslumbra con su matiz interpretativo como galán sex-symbol. Ah, no, perdón, solo deslumbra por los tatuajes.


La sensación general es que han rodados escenas sueltas y han intentado pasarlo como un conjunto a base de “copy-paste”, cuando realmente no sabían que tenían entre manos. Así de triste. Al llegar al final, la cosa se resuelve en un ¿espectacular? tiroteo con lanzamisiles incluido, en el que milagrosamente se salvan los protagonistas para… ¿salvar el mundo? La verdad, no queda nada claro. Ni siquiera queda claro como se salvan.

Que lo sepais: os acabo de joder el final.
La sensación de robo generalizado invade la película. Podría haber sido un peliculón, y alguien robo el ritmo, el sentido de la acción, las dotes interpretativas, las ideas originales (que alguna tiene, pero recoge y refrie descaradamente ideas ya plasmadas en Matrix, Blade Runner, Hijos de los Hombres y otros títulos clásicos). En todos los aspectos, se queda a medias. Hora y media perdida (si quereis aprovecharla, echaros una siesta, os cundirá más).

3 comentarios:

  1. Recuerdo vagamente ese proyecto ¿cinematográfico? Me aburrí un montón y sí parecía que prometía al principio pero...

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  2. pues yo si me acuerdo... no se qe andais criticando tanto, ¿sois directores de cine? a qe no.. pues detras de una peli, sea cual sea ay un gran trabajo de mucha gente.. no una **** mierda de blog...

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  3. Eh? eres tú escritor de novelas? entonces... que haces criticando nuestro blog? por esa regla de tres, el mero hecho de hacer algo ya lo convierte en una obra de arte. Evidentemente, discrepamos, y si algo es un truño, lo comentamos en el blog. Sin pretensiones, y con todo el sentido del humor y respeto (a veces) posible.

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