La trayectoria cinematográfica de Night Shyamalan es una de las más irregulares que hemos podido ver en los últimos tiempos. Tras un arranque prometedor con “El Protegido” y una consolidación maravillosa con “El Sexto Sentido”, empezó a flaquear con “Señales” y “El Bosque”, y le perdimos con “La Joven del agua”. La perdida se confirmó definitivamente con “El Incidente”.
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Os aseguro que el cartel es lo más bonito de la peli. |
La historia cuenta como Cleveland, encargado de mantenimiento de un bloque de edificios, encuentra una noche a una ninfa en la piscina. La ninfa necesita su ayuda y la de todos los vecinos para completar un viaje entre nuestro mundo y el suyo, “el mundo azul”. Con una mitología inventada y algo confusa, multitud de personajes y un guión flojo, la película se alarga sin mayor pena ni gloria. Ya desde el primer momento, en el que la ninfa cuenta su historia y nadie la pone en duda, flojea. Es evidente que cuando una joven aparece en una piscina con poca ropa y te cuenta que es una ninfa, a nadie se le ocurre ninguna otra posibilidad en la que intervengan drogas o alcohol. Es más lógico lo de la ninfa, claro. Cuando resulta evidente el papel de cada personaje en la historia, no hace falta desarrollar ni profundizar mucho más, y todo se alarga innecesariamente. Todo es demasiado sencillo. ¿Necesitas una persona con el don mágico de hablar con los animales? Tu vecino es psicólogo de animales. Hasta ese momento el vecino en cuestión no sabía que tenía un don mágico, pero cuando se lo dices lo acepta y es más, te ayuda así, por que sí. Y el resto de habilidades de los vecinos también se las traen: un niño (que debe ser medio autista para dedicarse a eso) que lee profecías en los paquetes de cereales, con ayuda de su padre en los crucigramas; un saco de testosteronas que solo ejercita un lado de su cuerpo (solo tenía dinero para una pesa, el chaval, y no le da para pensar que puede cambiársela de mano).
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Os lo creais o no, no hay rollito entre estos dos. Hasta en eso defrauda. |
Incluso para lo que nos gusta la fantasía y los cuentos de hadas, el cuento se queda a medio camino, es intrascendente, no sorprende, es ingenua y plana, los personajes se quedan en caricaturas (tienen más personalidad y trascendencia los vecinos de “Aquí no hay quien viva” que los del edificio de la película), la historia de la sensación de improvisada y poco estructurada, el “mundo azul” apenas si aparece y se disfruta. De hecho, la historia surge por un cuento que Shyamalan improvisaba para dormir a sus hijas, con lo que ha quedado igual de improvisada. Lo que podía haber sido muy bonito, se queda en agua de borrajas, inexpresivo, penosamente plasmado. Como borrador está bien, pero el guión necesita un buen repaso.
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Los personajes secundarios son bastante penosos.
¿Tanto te costaba usar la pesa con los dos brazos, tio? |
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Lo del niño profeta leyendo el futuro en la caja de cereales no tiene precio.
Su padre haciendo de traductor con los crucigrama tampoco. |
Lo peor puede ser lo pretenciosa que es, o quizá lo engañosa, pues uno piensa en ir a ver una película de fantasía que no es tal. O una obra maestra visual, que tampoco. “La historia interminable”, con menos medios, desborda fantasía e imaginación en cada fotograma. “La Joven del Agua” es absurda en su parte realista, y casi ridícula en su parte fantástica. Mi consejo: pasad de esta película. Si queréis cuentos, hay Cuentacuentos muy buenos. Y si los queréis en cine, os recomiendo antes “Big Fish”, “La Historia Interminable”, “El Viaje de Chihiro”, “El Laberinto del Fauno”… o si me apuras, hasta “Amelie”.
Este es el director de El Incidente???? Y yo vi "La joven del agua" tan tranquila. Menudo bodrio dominguero, a mi me dieron ganas de abofetear a la insulsa de la ninfa todo el tiempo. Que despropósito para nínfulas como la pobre Lolita.
ResponderEliminarcriticaslocas