jueves, 23 de febrero de 2012

Street Fighter: La Última Batalla

¿Pero qué mierda es esto? Años de vicio en los recreativos, aprendiendo movimientos, descubriendo la historia oculta tras los personajes del videojuego, multitud de versiones del juego todas éxito de ventas, para que cuando se deciden a hacer un película, sea “Street Fighter: La batalla final”. Y todo apuntaba bien, meter a Jean Claude Van Damme y a Raul Julia debería ser buena idea, entonces… ¿Por qué esta película es una mierda de aquí te espero?



Detrás de este engendro se encuentra Steven E. de Souza, guionista que tenía en su haber participar en La Jungla de Cristal (eso debería ser bueno) pero que no tenía ni papa de dirección. Pues esta es su primera película como director. Después demostró que su faceta de guionista tampoco era ningún alarde de creatividad con grandes trabajos como “Juez Dread”, “Tomb Rider: La Cuna de la Vida”, “Los Picapiedra” y “Superdetective en Hollywood III”.  Pero a lo que vamos, de Souza guioniza y dirige esta adaptación libre del famoso videojuego. Y tan libre, que ningún personaje se parece a su homónimo del videojuego. Solo podría ser peor si hubiera participado en la película Uwe Boll.

¡Uy! ¡Que te doy!

La historia nos traslada al ficticio país del sudeste asiático de Shadaloo, donde el General Bison ha secuestrado por las bravas a 63 miembros de las Naciones Aliadas (no confundir con Naciones Unidas) y pide un desorbitado rescate por ellos. Un grupo multi-etnico de soldados-guerreros se adentra en la jungla para rescatarles, repartir estopa y hacer chistes malos, dirigidos por el coronel Guile (con gorra azul, no confundir con la gorra azul de los soldados de Naciones Unidas), por aquello de que es el americano de turno. Mientras tanto, un grupo de periodistas que cubre el notición en directo, entre los que se encuentra Chun-li, Honda y Balrog, pronto se desvela como un grupo guerrero que busca venganza contra Bison, y un par de timadores conocidos como Ken y Ryu se dedican a vender armas de plástico a los mercenarios del lugar, se verán también metidos en todo el tinglado. Todo un alarde de historias paralelas que acaban entrecruzándose.

¿Nadie le ha dicho a esta chica que poner morritos en una peli de acción no te hace parecer más dura?
A todo esto, ¿como han conseguido que Kylie Minoge no sea sexy?

Bison pretende hacer un super-ejercito de soldados mutados genéticamente, con el objetivo de la dominación mundial y todo eso, y crear de paso el parque de atracciones temático Bisonopolis para toda la familia. Para ir practicando somete al experimento a uno de los rehenes, Carlos Blanka, con dramáticas consecuencias. Blanka es el mejor amigo de Guile, lo que provocará su ira cual Aquiles ante la muerte de Patroclo. Cuando los reporteros de “España Directo” y los timadores de turno acaban en los calabozos de Bison, se monta la de Dios es Cristo.

El más parecido a su homónimo de 8 bits es Vega... pero eso sí, en la peli es mexicano.

Así pues tenemos a Ryu y Ken, protagonistas indiscutibles del juego, convertidos en secundarios cómicos venidos a menos. Los poderes de los personajes brillan por su ausencia, ni un triste “Horyuken” ni un “Hadoken”, ni Chun-li dando patadas giratorias, ni Dalshin con brazos elásticos (en la peli no es faquir, es científico…), ni Blanka soltando electricidad… Cammy, interpretada por Kylie Minoge debería ser una buena idea, y sin embargo, no tiene ni un ápice de la sensualidad que tiene en el videojuego. Tres cuartos de lo mismo le pasa a Chun-li, dicho sea de paso. ¡Ah! Y lo de peleas callejeras para qué, si ya tenemos el título para que quieres más.

Si Raul Julia no es luchador y estaba enfermo de cancer ¿Porqué le cogieron para hacer de Bison?
¿Y porqué el traje y el gorro le quedan grandes?

Pero es una peli de acción protagonizada por Van Damme, y esto es una adaptación libre, así que veamos la película sin compararla con el videojuego. Pues ni por esas. La película no aguanta ni un visionado sin descojonarte o sin vomitar (depende de la seriedad con la que te la tomes). Van Damme como soldado arengando a las tropas no da más de sí, a Blanka pintado con verde fosforito que hace daño a la vista y al buen gusto, los chistes malos, Zangief como más tonto que Abundio (debe ser que como es ruso y la película americana, pues eso, ya sabéis…), las peleas uno a uno (que deberían ser el punto fuerte ¿no?) torpemente rodadas y sin emoción ninguna, la pelea final, tristísima (evidentemente, Raul Julia no fue nunca un luchador), el drama de Guile llorando por su amigo Blanka. Hasta Raul Julia da pena, enfermo de cáncer como estaba intentado enfundarse un traje que le venía grande para hacer de malo malote. Tengo la seria convicción de que lo que mató a Julia no fue el cáncer, sino darse cuenta de lo que participó en esta película.

En este punto llegamos a la mayor abominación y herejía de la película... Sí, el de la izquierda es Blanka.
Un desastre total, como película independiente y como adaptación. Risible en todas sus tomas, vomitiva si la comparamos con el original. En el videojuego nos la traía floja la historia, y aún así, era más interesante que este engendro. Un despropósito, vamos. Y de Souza ha seguido rodando y guionizando películas. Cosas que nunca entenderé. Que triste…

¡Nos vamos de excursión!

2 comentarios:

  1. No sabía que la Minogue salía en esta película. Madre mía vaya castañón...

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  2. Joder esta si que no tiene nada de nada destacable .horrorosa , la reseñe en mi blog:http://quefeossomos.blogspot.com.es/2011/08/las-peores-escenas-y-del-cine-y-algunas.html

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