¿Y por qué no empezar por el principio, con “Crepúsculo”? No es porque me haya gustado, desde luego, pero puedo reconocerle cierto pase a la primera entrega de la saga. Sin ser demasiado original, y excesivamente adolescente para mi gusto, cuenta una historia de amor sobrenatural que, si te gustan esas cosas, puede colar, a pesar de que no la considero una buena película ni de estar demasiado acertada en algunas cosas. Pero “Luna Nueva” no, no tiene un pase, no tiene nada elogiable, hasta el punto de que parece una parodia de sí misma.
El vampiro eternamente adolescente Edward Cullen (no hagas chistes, no hagas chistes, no hagas chistes….) desaparece repentinamente dejando a su novieta humana, Bella Swan, sola y desconsolada, expuesta a cualquier desaprensivo que quiera aprovechar la ocasión. Las manifestaciones de depresión adolescente que demuestra la chica es de lo más triste que hemos visto en el cine, no porque realmente dé pena y transmita esa sensación de melancolía, sino por lo patético que resulta ver a esta chica con cara de palo, mirando por la ventana el cielo gris con ojito de cordero degollado. Mientras tanto, Jacob Black, el tercero en discordia, empieza su metamorfosis en hombre lobo al tiempo que intenta beneficiarse a la jovencita desvalida.
Si ya sabemos como va a terminar, ¿para qué tanta infumabilidad? |
Toda la película para ver al vampiro de purpurina quitarse la camiseta. ¿Es o no es ridículo llevar el pantalón tan bajo? |
El guión no mejora mucho la cosa. Tras minutos largos de metraje en los que básicamente no pasa nada, un intento de introducir algo de acción con los hombres lobo enfrentándose a un vampiro errante, llega una ridícula escena en la que, inexplicablemente, estamos en Italia y nuestra joven e insensata protagonista se planta allí para impedir que su novio haga una estupidez. Sí, como lo oís, de un rincón perdido de EE.UU. a Italia en apenas unos minutos, y los guionistas ni se inmutan, oye.
Testosterona a tutiplen. Y no, no es 300, es Crepúsculo. |
La transformación de Jacob pretende ser la escena más espectacular de la cinta. Con menos presupuesto y años de diferencia, la transformación de "Hombre lobo americano en Londres" le da mil vueltas. |
Por lo que se ve, la película apenas sirve de excusa para dar paso a los acontecimientos que transcurren en la siguiente entrega, pero no puedo entrar en detalles ya que con “Luna Nueva” abandoné todo esfuerzo por ver la saga “Crepúsculo” y entender el secreto de su éxito. Visto lo visto, dudo que me pierda gran cosa.
Querido Elderane, tu crítica ha sido benevolente, yo les habría despellejado, un vampiro que para ser guay sólo chupa sangre de pobres animalitos tan sólo (ay!!! estos yankis) su vida supernormal en un instituto medio norteamericano, ninguna escena de sexo para ser políticamente correctos, rollo soy diferente y me molo mucho a mi mismo, esa protagonista absolutamente incapaza de trasmitir nada y pasarse todo el rodaje colocándose el mechón de pelo en la oreja (no sé cómo el director no le cortó una puñetera mano a la estúpida), la lista de Infumabilidad es onterminable... Exito de Ventas ¿cabe hacerse alguna pregunta?
ResponderEliminarcriticaslocas