Sobre la fascinación que la obra de Lovecraft puede causar sobre el público ya escribí un artículo en mi otro
blog. En el mundo del cine, como no podía ser de otra manera, se han hecho muchas aproximaciones y adaptaciones, con mayor o menor éxito. Si nos situamos en los años 60-70, con el encanto de las terribles películas de serie B, escaso presupuesto y alguna droga psicotrópica de por medio, nos encontramos cosas como “El Terror de Dunwich”.
Inspirada en el relato “El Horror de Dunwich”, la película, del año 1970, nos presenta al profesor Armitage, de la universidad Miskatonic de Arkham, un experto en culturas locales, superticiones y ciencias ocultas. Tras una conferencia sobre el temible libro Necronomicon, le encarga a una estudiante que lo guarde en la biblioteca. Ya la cosa empieza a oler mal, pues después de presentarnos el libro como un ejemplar único, de valor incalculable, y terriblemente peligroso para la cordura de quien lo lea, el profesor lo saca de paseo y se lo deja a cualquier jovencita para que lo guarde. Pero no adelantemos acontecimientos, que la película sigue. Mientras nuestra jovencita estudiante rubia se dirige a la biblioteca, es interrumpida por un extraño sujeto, Wilbur Whateley, que quiere ojear el libro. Mediante hipnosis, o algo similar, la chica le entrega el libro. No solo eso, desatendiendo las advertencias de su maestro, se va de paseo con el desconocido para llevarle a su casa en Dunwich.
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Una de dos, o es un conjuro muy siniestro, o le han robado la moto y no se ha enterado. |